El estudio publicado en el BMJ demuestra que las políticas estatales que establecen la edad mínima de venta de armas de fuego a 21 años, como las aprobadas en Florida y Vermont en 2018 y en Washington en 2019, se asocian con una reducción en los suicidios entre adolescentes de 18 a 20 años. Las políticas de compra de armas de fuego con una edad mínima de 18 años se asocian con un promedio de 344 muertes en exceso por suicidio entre adolescentes de 18 a 20 años en cada estado entre 2001 y 2017 en comparación con una edad mínima de 21 años. Restringir la edad de las compras de armas de fuego a los 21 años o más se asocia con una reducción del 18% en la tasa de suicidios entre los adolescentes, una estimación del efecto impulsada por los aumentos en la tasa de suicidios en Missouri y Carolina del Sur después de que esos estados eliminaron las políticas de ventas de armas de fuego a los 21 años. Cambiar la edad de las políticas de venta de armas de fuego de 18 a 21 años en todo el país o en los 33 estados sin dichas políticas podría reducir las muertes por suicidio entre los adolescentes.